Literario

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POEMAS

  • Plegaria - Reina del Lunes Santo - Alicante (2021)

    Salve, Dios te Salve.

    Salve, Reina y Madre, Salve,

    Misericordiosa, Salve,

    Eres nuestra vida, Salve.

    La dulzura nuestra, Salve.


    Lo salado de tu llanto,

    lo amargo de tu sufrir,

    aunque Tú no estás llorando,

    deja que llore por Ti.

    Llorando, Madre, yo así,

    escúchame, que clamando

    desde este valle te llamo

    para que ruegues por mí.


    Salve, Dios te Salve.

    Salve, Reina y Madre, Salve,

    Misericordiosa, Salve,

    Eres nuestra vida, Salve.

    La dulzura nuestra, Salve.


    Ea, pues, Señora, ea,

    guarda a tus hijos, María,

    vuelve tus ojos y mira

    a esta Hermandad que te reza.


    A esta Hermandad que te quiere

    y se hace Lunes Santo,

    para salir al encuentro

    del Señor y andar tus pasos.


    Salve, Dios te Salve.

    Salve, Reina y Madre, Salve,

    Misericordiosa, Salve,

    Eres nuestra vida, Salve.

    La dulzura nuestra, Salve.


    La Humildad y la Paciencia

    enséñanos, te rogamos.

    Clemente y Piadosa, escucha

    la oración que te cantamos,

    y en la hora de la muerte

    acógenos en tus brazos,

    y llévanos a Jesús

    sin soltarnos de tu mano.


    Salve, Dios te Salve.

    Salve, Reina y Madre, Salve,

    Misericordiosa, Salve,

    Eres nuestra vida, Salve.

    La dulzura nuestra, Salve.




    Francisco Javier Segura Márquez

  • Lágrimas de Nuestra Santísima Madre (2015)

    Por la calle siembran huellas los cirios procesionados.


    Se encienden los corazones, y las tardes se han bordado

    con esmeraldas mantillas y vestidos enlutados.


    Pasión, que Pasión camina, desde la Iglesia, al Calvario,

    del Huerto de los Olivos, a la Cruz. Cristo azotado

    en los pasos que se mecen sobre los hombros cansados.


    Las cornetas y tambores un sendero le han trazado

    por donde viste silencios su recorrido Sagrado.


    Y allí le espera María, ¡deshecha de puro llanto!


    Con su amargura recorre, cada esquina, cada barrio,

    a la busca de un Encuentro; ¡al deseo de ayudarlo!

    A retener en su alma, el Rostro Santo, grabado.


    Puñales lleva en el pecho. En la garganta, un quebranto.

    Y la noche, estremecida, cúbralos con su manto.


    Él, coronado de espinas, la mira con tal desgarro

    que un mar, en Lágrimas, corre, por el Rostro Inmaculado.


    “No llores, Madre” -le dice, su Cristo, roto y cansado,

    y la Virgen, en su pena, suplica, ¡y tiende las manos!


    “Jesús, mi Jesús” -susurra –“Dame tu cruz”, ¡yo la cargo!

    No será, peso más grande, que un Hijo crucificado”.


    Por la calle brillan perlas, de pasos procesionados.


    Lágrimas son, de una Madre, ¡y junto a Ella, lloramos!


  • A ti, que fuiste mujer (2012)

    A ti, que fuiste mujer

    a ti, que madre fuiste

    a ti, que a tu hijo viste

    en un madero fallecer

    a ti, que tu cara refleja

    el dolor que llevas por dentro

    a ti, que lloras tu pena

    con lágrimas en silencio.

    a ti, que como madre

    con el alma destrozada

    acompañas a tu hijo

    sin que te vea una lagrima

    a ti, que seguías el calvario

    con tu hijo, aquel día

    llorando lágrimas de sangre

    y ¡¡¡ qué valor infundías!!!

    a ti, mujer y madre

    yo te pido cada día

    dame valor y esperanza

    para seguir en la vida.

    cobíjame entre tus brazos,

    limpia de espinas mi alma

    dame tu fortaleza

    Madre mía, de las Lágrimas.



    Teresa Escrich

  • Costaleros, Hermanos (2012)

    Costaleros, hermanos

    unidos por la ilusión

    de portar a nuestro Cristo

    el lunes en procesión.

    Costaleros unidos

    por el esfuerzo y el sudor

    pero con paso firme

    al redoblar el tambor.

    Costaleros, unidos

    con orgullo y valentía

    iluminamos la noche

    de las calles Alicantinas.

    Costaleros, hermanos

    unidos en la esperanza

    de llevar el mensaje de amor

    del cristo de las siete palabras.

    Costaleros, unidos

    con la humildad en compañía

    y las lágrimas de los ojos

    de la Madre que nos guía.

    Costaleros, hermanos

    con total fraternidad

    portemos con gran orgullo

    los pasos de nuestra hermandad.

    Costaleros, si, hermanos

    gritemos a viva voz:

    “Viva la Humildad y Paciencia”

    La hermandad que nos unió.


    Teresa Escrich


  • Himno Orativo al Santísimo Cristo de la Humildad y la Paciencia de Alicante (1997)

    Te miro Jesús mío,

    dolorido y tan callado,

    que el aire que respiro

    me atraviesa al ser cantado.


    Pensando en mi sentado

    y esperando a tu verdugo

    que lleva mis pecados

    en tres clavos oxidados.


    Dolido y humillado

    repites mi nombre con amor.


    Mi dolor al verte angustiado

    no te alivia, pues es humano;

    Mi traición seca tus labios

    que con hiel yo te he mojado.


    Déjame ahora enjugarte

    con mi arrepentimiento, Jesús mío,

    tan callado y dolorido

    esas lágrimas de amor herido.


    La belleza de tu rostro: tu paciencia.

    La nobleza de tu bondad: la humildad.


    Cristo humilde, Cristo paciente

    que en una cruz me salva

    y en tanto amor me tiene.




    José Vicente Leal Clavel.

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